Tierra Firme fue la primera región no insular explorada por los españoles. Con ese nombre se designó a las tierras del continente americano más próximas al mar Caribe, para distinguirlas de las islas antillanas, en concreto la costa norte de América del Sur, desde las actuales Guayanas hasta el cabo Gracias a Dios entre las actuales fronteras de Honduras y Nicaragua. Posteriormente hizo referencia a toda la zona continental del Caribe en general. Nicolás de Ovando fue el primer Gobernador de las Islas y Tierra Firme entre 1501 y 1509. La denominación del reino de Tierra Firme quedó restringida a partir de 1535, al límite jurisdiccional de la Audiencia de Panamá.
Un continente tan cercano a las islas descubiertas por Colón, no podía tardar mucho en ser hallado. En efecto, en el tercer viaje que hizo Colón en el año de 
1498 dirigió la proa desde la isla de Cabo Verde, donde primero había estado, hacia el poniente.
La región oriental de Venezuela fue el primer punto de tierra firme de América al que llegaron los españoles. Y encontrando a los 10 grados de latitud, una isla célebre por sus tres altísimos montes que la diferencian de las vecinas, le dio el nombre de Trinidad: allí desembarcó el 31 de julio.
En agosto de 1498 exploró el Golfo de Paria en lo que hoy es el Estado de Sucre y denominó a esta región Tierra de gracia «por lo apacible de los indígenas que la pueblan y las bellezas del paisaje«. Continuó su exploración navegando por el sur
de Trinidad cerca de la Boca de serpientes, se aproximó al delta del río Orinoco, recorriendo su desembocadura y quedando impresionado por la cantidad de agua dulce que había, lo que le hizo saber que estaba en un continente y no en un grupo de islas.
Después atravesó la boca del Dragón con rumbo noroeste y divisó tres islas, dos de ellas pequeñas y áridas (las actuales Coche y Cubagua), separadas por un canal de una tercera, mayor, cubierta de vegetación y poblada de indígenas que la llamaban Paraguachoa, vocablo que significa según algunos historiadores «peces en abundancia» y según otros «gente de mar». Colón bautizó la isla con el nombre de La Asunción. Al año siguiente, en 1499, Pedro Alonso Niño y Cristóbal Guerra la rebautizaron con el nombre de «La Margarita» debido a la abundancia de perlas encontradas en la región. Colón describió estas tierras como parte de un nuevo continente desconocido por los europeos, pero luego corrigió y dijo que eran parte de Asia.
En 1499 Alonso de Ojeda acompañado por 
Américo Vespucio y Juan de la Cosa, siguió la vía fijada por Colón (No está claro que Vespucio decidiera separarse de la flota y siguiera su propio rumbo más al sur, hacia Brasil). Ojeda llegó a las bocas de los ríos Esequibo y Orinoco, así como al golfo de Paria, tratando amigablemente con los naturales de todos aquellos parajes en las penínsulas de Paria y Araya. Pasó por las islas de Trinidad y Margarita y continuó su viaje, visitando puertos y ensenadas y rescatando perlas y mantas a cambio de baratijas europeas que daban a los nativos hasta llegar a la isla de Curazao, que llamaron de los Gigantes, por haber visto en ella algunos indígenas de alta estatura.
Al entrar en el lago Maracaibo hallaron un pueblo indígena construido sobre estacas y troncos sobre el agua, y recordando a Venecia le pusieron el nombre de Venezuela o pequeña Venecia. Aquí en Maracaibo, Ojeda tomó por esposa a la india Guaricha, a quien llamó Isabel, madre de sus tres hijos. Los nativos llamaban a aquél paraje Coquibacoa, desde el lago hasta la península. Ojeda no continuó muy adelante su rumbo, sino que, después de descubrir un cabo alto que le pareció á lo lejos blanquear como la vela de un navío, le puso el nombre de Cabo de la Vela.
En septiembre de 1501, Rodrigo de Bastidas salió de Cádiz con dos carabelas rumbo a Tierra Firme. Ya en América, penetró en los puertos de Santa Marta y Cartagena, descubrió el río Magdalena, el Sinú y otros lugares hasta llegar al Darién en el Golfo de Urabá. Una vez cruzado el mismo, llegó a las costas panameñas (lo que hoy es la Comarca de Kuna Yala), hasta el puerto que él bautizó en su honor, como El Escribano. Habló muchas veces con los indios de varias regiones del Continente, de los cuales obtuvo también oro. La región del istmo que más tarde sería bautizada con el atractivo nombre de Castilla del Oro fue explorada por él. Bastidas bordeó el litoral atlántico panameño desde el Cabo Tiburón hasta el puerto de Retrete. En el año 1524, en otro viaje, fundó la ciudad de Santa Marta, en Colombia, de la que sería gobernador hasta su muerte.
Colón en su cuarto viaje en 1502, descubrió el río Chagres en el
istmo de Panamá, por el cual si se exceptúa un corto trecho de tierra, que se hace en mula, se va en nuestros días en barca hasta la ciudad de Panamá, ciudad española fundada después, a orillas del mar del Sur.
Los pactos que los españoles habrían de hacer en el futuro con algunos caciques indígenas, serían indispensables para poder sobrevivir en este territorio desconocido y plagado de peligros. Ellos fueron quienes les proporcionaron alimentos, quienes les guiaron en sus expediciones hacia la Mar del Sur o las islas de las Perlas y quienes les entregaron la mayor parte del oro enviado a la metrópoli. Unos aceptaron la dominación española y colaboraron con las nuevas autoridades, otros se resistieron y sufrieron la conquista.
En 1508 el territorio de Tierra Firme se dividió en dos gobernaciones
que a su vez dependían de la Audiencia de Santo Domingo: Nueva Andalucía (costa atlántica de Colombia), entre el río Atrato en el golfo de Urabá y el cabo de Vela en la Guajira, encomendada a Alonso de Ojeda y Veragua, luego Castilla del Oro (Panamá), entre el río Atrato y el cabo Gracias a Dios, encomendada a Diego de Nicuesa.
En 1510 Nicuesa fundó Nombre de Dios y Martín Fernández Enciso, Santa María la Antigua del Darién, en el litoral oeste del golfo de Urabá, cerca de la frontera con Panamá. Los asentamientos en estos dos territorios fracasó y los supervivientes se refugiaron en la ciudad del golfo del Darién. Esta ciudad de Santa María la Antigua, fue un simple campamento, pero también el primer asentamiento europeo del continente americano. Recibió su nombre en homenaje a la imagen venerada en Sevilla (España), añadiéndose del Darién para rememorar
la comarca de su ubicación. Fue definitivamente desalojada en 1524 por su insalubridad.
Poco después, a partir del 1 de marzo de 1511, Vasco Núñez de Balboa se hizo cargo del gobierno de Castilla del Oro, debido a la muerte de Nicuesa. El rey lo nombró el 23 de diciembre de 1511 capitán y gobernador interino del Darién hasta julio de 1514 en que llegó el nuevo gobernador. El 25 de septiembre de 1513 tomó posesión del «Mar del Sur» que él mismo había descubierto.
En mayo de 1513, Pedrarias Dávila fue nombrado gobernador y capitán general de ambas gobernaciones que pasaron a denominarse Castilla del Oro. Incluía todo el territorio de la costa desde el Cabo de la Vela hasta el actual Panamá, con excepción de Veragua. Llegó a Darién en julio de 1514 y fundó Nuestra Señora de la
Asunción de Panamá el 15 de agosto de 1519.
Panamá fue el nexo de unión entre dos océanos. Los dominios españoles en América se convirtieron en una tierra virgen que evangelizar, dominar y explotar, pero también en un alto en el camino hacia el lejano Oriente. Era un destino y a la vez, una puerta de paso. La privilegiada situación geográfica del istmo panameño lo convirtió en una importante zona que actuaba como nexo de unión entre el Pacífico y el Atlántico. Asumida esta nueva realidad, sólo quedaba continuar hacia Poniente, hacia aquellas remotas islas de las especias que simbolizaban el éxito y la riqueza.
Las ciudades de Panamá y Nombre de Dios fueron los puertos que señalaban
una importante y estratégica ruta en la que se establecieron dos vías de gran significación para el comercio y el transporte de mercancías, aunque no exentas de dificultades y penurias: una terrestre, el camino de Cruces y la otra fluvial, en la que el río Chagres llegaba hasta la Venta de Cruces. La plata peruana llegaba hasta Panamá para ser trasladada luego a Nombre de Dios y, desde 1597, a Portobelo, sede de una cosmopolita feria que se celebró hasta 1739 y donde se comercializaban todo género de productos.
Como es lógico, se tuvo que articular en torno a todos estos enclaves, sobre todo en la embocadura del Chagres y de Portobelo, un importante sistema defensivo para protegerlo de los ataques enemigos, entre los que se encontraban notables filibusteros y piratas.
Tal era la importancia del istmo de Panamá como vía de comunicación, que ya el Consejo de Indias en 1533 estudió la posibilidad de abrir un canal “para que el mar del sur entrase en dicho río para que ambos mares así el del norte como el del sur se pudiesen navegar por el dicho río con carabelas”. Este extraordinario proyecto, que gravitó durante años por la mente de los españoles, no sería culminado hasta 1914.
La conquista española vino acompañada de un nuevo modo de vida a la que no estaban acostumbrados los indígenas, que recibieron con dispar aceptación las aportaciones europeas. Destacan los valores religiosos y morales, que intentaron frenar los abusos cometidos por algunos, contra los nuevos súbditos de la corona, aunque no sin dificultades. En general, se pretendió integrar a los nativos americanos en la sociedad resultante y respetar sus costumbres en lo posible, aunque el balance les fuera desfavorable.
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Fuentes consultadas:
https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_de_Tierra_Firme
http://www.mecd.gob.es/exposicion-pacifico/exposicion/descubrimiento/conquistas.html
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/enhia/enhia3b.htm
http://www.lahistoriaconmapas.com/historia/historia2/definicion-de-castilla-del-oro/
La América española 
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