La Armada en la América española

GalSMartin3
Galeón San Martín 1582

La historia de la Armada en la América española comienza en 1493 con el segundo viaje de Cristóbal Colón. El Almirante había formado una gran expedición financiada por la Corona, con 17 barcos y 1500 hombres de los cuales 800 eran de armas.

Siendo una de fuerzas navales más antiguas del mundo, la Armada española se origina precisamente en los últimos años del siglo XV, cuando los grandes reinos hispánicos de Castilla y Aragón se unieron bajo los Reyes Católicos. Nace por tanto de la unión de las marinas de ambos reinos.

La marina de la Corona de Aragón, constituida principalmente por naves catalanas, era una marina de ámbito mediterráneo, prefería como buque de combate la Galera y sus derivados, mientras que la marina de Castilla, atlántica, prefería buques mancos, esto es, sin remos, con solo propulsión eólica. Esta unión en tiempos de los Reyes Católicos, tuvo su bautismo de fuego en 1495, en la primera campaña de Italia del Gran Capitán, en la que participan las galeras de Sicilia junto a naves cantábricas, su primera operación de guerra.

La Armada española ha tenido un papel determinante en la Historia de España, particularmente en los ámbitos logístico y defensivo durante la época del Imperio Español. Dos de los grandes logros de la Armada española, han sido, la primera vuelta al mundo con la expedición Magallanes-Juan Sebastián Elcano (1519-1521) y el descubrimiento de la ruta marítima entre Asia y América por Andrés de Urdaneta (1565).

rr1hxi
Fragatas españolas en el Atlántico: Medea, Fama, Ntra Sra de las Mercedes y Clara, navegando hacia España en 1804.

Otros hechos relevantes de la Armada española han sido, la de ser la primera en tener reglamentos y normas para cada buque de guerra que diera unidad al funcionamiento de la flota, la de crear el concepto moderno de convoy naval (Flota de Indias) en el siglo XVI y la de establecer la primera ruta comercial a escala mundial (entre Cádiz y Manila).

Fué la primera en utilizar la infantería de marina: El Cuerpo de Infantería de Marina tiene su origen en la disposición de la Secretaría de Guerra de Felipe II de 1537  por la que se vinculaba permanentemente a la Real Armada algunos Tercios de Infantería Española que con el nombre genérico de Infantería de Armada, combatieron por tierra y mar, basados en las Escuadras de Galeras y Galeones.

La Armada española también fue la primera en utilizar Fragatas, a finales del siglo XVI durante la Guerra de los 80 años y en definitiva fue la más poderosa del mundo desde el siglo XVI hasta mediados del XVII. Luego, hasta bien entrado el siglo XIX, siguió estando entre las tres primeras.

Después de las Carabelas de Cristóbal Colón, van apareciendo las Naos que son más grandes, y que ya iban equipadas con cañones y dos castillos (el de proa y el alcázar a popa) y podían transportar 150 marineros y 500 soldados a cortas distancias. Pero sin duda la novedad fue el Galeón, de origen español, aún más grande y mucho más armado que la Nao, que después sería la punta de lanza de la Armada.AZORES SAN MATEO 2

Tanto la Nao como el Galeón eran barcos con el casco más redondeado y de tres palos (mesana, trinquete y mayor). El primero era una derivación de la Carraca con mayor artillería y el segundo, una respuesta a las olas del Atlántico que las Naos no podían superar con facilidad. Sus ventajas artilleras y de navegación no resultaban muy grandes en el Mediterráneo, pero sí en el nuevo escenario que pronto se vislumbraría como el más importante.

Las Naos resultaron buenos buques de transporte, como prueba el hecho de que solo la carga de especias que trajo la nao Victoria a los mandos de Juan Sebastián Elcano, cubrió con creces los gastos de toda la expedición de Magallanes (cinco naves en total). Por su parte, los Galeones demostraron sus posibilidades de navegación en travesías como la realizada por Miguel López de Legazpi en la conquista de Filipinas y el regreso del Galeón San Pedro a México, que rompió el dicho del Pacífico que durante mas de 40 años fue: «Irás pero no volverás«.

Galeón español según Alberto Durero. 1525.

En cuanto al tonelaje de los buques, entre 1506 a 1525, las naves solían tener unas 100 toneladas. A partir de 1524, las navíos oscilaban entre 120 y 150 toneladas, y a partir de 1548 predominaban los de 200 toneladas, aunque hubo barcos mayores de 300, 400 y hasta de 600 toneladas, sin embargo, las mayores de 220 toneladas fueron pocos. Por Real Cédula de 5 de mayo de 1557 «no se admitían las naos que excediesen de 400 toneladas» a causa de los problemas que podían plantearse al pasar la barra de Sanlúcar. Esto fue corregido pronto y durante los dos siglos siguientes los navíos de guerra se movían entre las 600 y las 2000 toneladas.

Aunque el poderío de los navíos españoles era claro desde principios del siglo XVI, es en estos años cuando comenzó a cosechar sus más importantes logros, como  la circunnavegación del mundo, la conquista de Filipinas y la protección inquebrantable de las flotas de Indias, pese a que el cine y la literatura americana e inglesa han hecho ver lo contrario.

En aquel momento, la flota atlántica contaba con las mejores técnicas y los avances más recientes en navegación; sus planos, diseño y construcción de Naos y Galeones eran un secreto guardado celosamente. Tanto es así que no ha llegado a nuestros días, como demostró el hecho de que ninguna de las réplicas realizadas con motivo de los 500 años del descubrimiento de América lograse igualar los tiempos conseguidos por Colón. Por consiguiente, el transporte de las mercancías estaba asegurado si no mediaban tormentas que mandaran a pique muchos barcos. Los cargamentos eran llevados por dos flotas anuales que navegaban escoltadas por una dotación de naos y especialmente de galeones.

El origen mayoritario de los barcos destinados a las flotas de Indias se situaba en el Cantábrico en el siglo XVI. No obstante, en Indias se desarrolló una actividad creciente de construcción naval, casi al mismo tiempo que la expansión americana, conociéndose la botadura del primer navío construido por los españoles en América en 1496, llegando a alcanzar cierta escala por iniciativa de Cortés desde 1519. Durante la segunda mitad del siglo XVII  fueron americanos la tercera parte de los navíos que hicieron la Carrera de Indias. Astilleros destacados fueron los de La Habana, Veracruz, Cartagena de Indias y  Guayaquil.

Pedro Menéndez de Avilés
Pedro Menéndez de Avilés

El primer gran marino de guerra español, en América, fue el asturiano Pedro Menéndez de Avilés, nacido en 1519 y capitán General de la Flota de Indias en 1554, con 35 años. Nombrado por Felipe II, en 1555 mandaba la flota del Virrey del Perú Andrés Hurtado de Mendoza, que zarpó de Sanlúcar de Barrameda, el 15 de octubre con setenta y ocho navíos mercantes, dos galeones de armada y tres carabelas grandes. En 1556 fue nombrado Capitán General de la Armada de Indias. Además de fundar San Agustín en Florida, fue el azote de los piratas en el Caribe. El sistema de flotas que diseñó España para comerciar con América a partir de 1561, estuvo inspirado en un memorial suyo, por lo que se le considera el padre de ese sistema de navegación.

En el Atlántico no existió una flota española estable hasta 1570. La lucha contra la rebelión en los  Países Bajos, obligó al desarrollo de escuadras, mantenidas en los primeros momentos de forma irregular. Aparte de los barcos que eran alquilados en régimen de asiento por la corona a armadores privados, se intentó que en al menos la Armada del Mar Océano la mayor parte de los barcos fueran propios de la corona de Castilla.

Alvaro de Bazán
Álvaro de Bazán

Después del fiasco de la «Armada invencible», los ingleses organizaron la Contra-Armada para invadir España por La Coruña en 1589: fue un auténtico desastre para sus intereses. Los hombres que mandó Ávaro de Bazán y los habitantes de las ciudades que los aguardaban les infligieron una contundente derrota, primero en La Coruña y después en Lisboa, Cádiz y Cartagena de Indias. Los ingleses perdieron también 20 naves y 12 000 de sus hombres. La diferencia con las bajas españolas es que esta cifra era más de la mitad de los soldados y marineros enviados (20.000 en total), la mayoría bajo los cañones españoles. El consejo privado de Isabel I en un informe reservado calificó la operación de la siguiente manera: «La expedición de la Contra-Armada ha sido no solo una catástrofe financiera, sino también estratégica.«

En 1508 se había creado el cargo de piloto mayor. El primero fue Américo Vespucio (de 1508 a 1512). A su muerte le sustituyó Díaz de Solís (1512-1516), y a la muerte de éste en el Río de la Plata, asumió el cargo Sebastián Caboto (1518-1548). A continuación fueron pilotos mayores Alonso de Chaves, Rodrigo Zamorano, Ambrosio de Ondariz, etc. Inferiores en categoría eran los pilotos reales que suplían al mayor durante su ausencia y formaban el consejo marítimo para examinar a los pilotos de Indias.

En 1527 se ordenó que «no se expidiese carta de pilotaje ni de marear a ningún extranjero, ni escritura para las Indias, ni que por otro alguno le fuese dada ni vendida sin expresa licencia del rey». El que desease ser piloto tenía que acreditar haber navegado seis años a las Indias, haber estado en Tierra Firme, Nueva España, las islas españolas y Cuba. Por Real Cédula de 17 de enero de 1591 se estableció que el gobierno de los buques almirante lo desempeñara un piloto mayor. El mismo título se daba en la Casa de Contratación al examinador de pilotos. Asimismo era piloto mayor el responsable de la derrota en una división o escuadra, en los Galeones de la Carrera de Indias y en las flotas de Nueva España. La Casa de la Contratación (que expidió nombramientos hasta 1607), daba enseñanza a los alumnos de pilotaje. A partir de dicho año se abrió en Sevilla un colegio para huérfanos de marinos, donde se impartían las disciplinas de náutica.

En 1629 ya había una universidad autorizada para estas materias. En la primera mitad del siglo XVII se padeció gran escasez de capitanes de mar y pilotos. Las Ordenanzas de 24 de enero de 1633 detallaban las obligaciones de los capitanes, pilotos, maestres, contramaestres y guardianes de los galeones de la Armada. Debido a la falta mencionada de oficiales de mar, las citadas Ordenanzas decían: «que no se les despidiera en ningún tiempo si no fuera por causas justas». La escasez se agudizó en el desastre de Guetaria, de 1638, contratándose a pilotos extranjeros para traer unos galeones de Flandes.

Palacio San Telmo, Sevilla
Palacio San Telmo, Sevilla

Por Real Cédula de 17 de junio de 1681 se creó el colegio de San Telmo, que sería administrado por la Universidad de Mareantes. Se construyó al efecto un edificio en la calle Betis, del barrio de Triana, con capacidad para doscientos colegiales, llegándose en 1699 a doscientos setenta. Tenían un promedio de doce a quince años de edad y cursaban cuatro años de estudios. De este Centro salían pilotos para dotar las naves de las Carrera de Indias.

Durante el reinado de Felipe V se adaptó la organización francesa de grados y cargos a la Real Armada española en varias etapas. La primera norma que los reguló fue la Real Orden de 19 de junio de 1705 (época de formación de D. Blas de Lezo, en la que perdió una pierna):
Gobernador General del Mar Océano
Almirante General
Almirante
Capitán de Mar y Guerra
Teniente de Mar y Guerra
Subteniente
Sargento
Soldado y Marinero: Los marineros eran en un 85% andaluces y cántabros, siendo el resto de Castilla y Aragón. En las expediciones de buques de guerra los tripulantes eran mayoritariamente vizcaínos y en los mercantes, andaluces.

En 1714 se creó la Real Armada, dejando fuera la Armadas de Galeras, la Armada de Barlovento y la Armada del Mar del Sur.

Según el plano de Ordenanzas Militares de Marina, año de 1739, se articularon los grados y cargos de la siguiente forma:

LA_MARINA_ESPA_OLA0003_capitanes_de_navio_1715_1775
Capitanes de navío 1715 y 1775

· Cuerpo de Oficiales de Guerra de la Marina
-Almirante General
· Oficiales Generales del Cuerpo de la Marina
-Vice Almirante o Tenientes Generales de preferencia
-Tenientes Generales
-Jefes de Escuadra
-Capitanes de Navío
-Capitanes de Fragata

-Capitanes de Bombardas
-Capitanes de Brulotes
-Mayor General de la Armada y sus Ayudantes

· Oficiales Subalternos
-Tenientes de Navío
-Tenientes de Fragata
-Alféreces de Navío
-Alféreces de Fragata
-Alféreces de Brulotes

A mediados del siglo XVII España tenía siete Armadas, cuatro de ellas en América:

Escuadra de Galeras en el Mediterráneo (Guarda del estrecho, Galeras de España, Génova, Nápoles y Sicilia)

Armada del Mar Océano formada por 56 galeones destinada al Atlántico Norte y costas peninsulares

ARMADA DE LA GUARDA DE LA CARRERA DE INDIAS
Armada de la Guarda de la Carrera de Indias

Armada de Flandes de 24 navíos con base en Dunquerque y Ostende

Armada de la Guarda de la Carrera de Indias: 8 Galeones y 3 pataches

Armada de los Galeones de Tierra firme con 8 Galeones

Armada de Barlovento encargada de limpiar de piratas el Caribe con 6 Galeones

Puerto de Veracruz en el siglo XVII, según la versión que se encuentra en la Bibliothéque Nationale de France.

Armada del Mar del Sur en el Pacífico con 5 navíos

En los siglos XVI y XVII, España ya dispuso de numerosos puertos en América, punto de llegada y de partida de todo tipo de mercancías, siendo los principales los siguientes:

En México: Veracruz, Acapulco y Campeche

En Panamá: Nombre de Dios, Portobelo y Chagres       En Colombia: Cartagena de Indias, Santa Marta, isla Margarita y Rio de la Hacha
En Cuba: Santiago de Cuba, La Habana y Batabanó

En La Española: Santo Domingo y Montecristi

Puerto de La Habana en el siglo XVII
En Perú: El Callao
En Ecuador: Guayaquil
En Chile: Valparaíso, Concepción y Arica
En Venezuela: Puerto Cabello, Maracaibo, Coro y La Guaira
En Argentina: Buenos Aires
En Puerto Rico: San Juan
En Guatemala: Golfo de Santo Tomás de Castilla
En Honduras: Omoa
En Trinidad y Tobago: Trinidad

Las batallas navales puras que libraron los españoles en América no fueron muchas, generalmente los buques de guerra trataban de ser disuasorios y si entraban en combate su armamento solía ser efectivo. A cambio, por sus características eran mas pesados y lentos que los corsarios. También cooperaban en la defensa del territorio, embarcando habitualmente tropas que se utilizaba tanto para el abordaje como para el refuerzo de poblaciones que eran asaltadas.

La piratería de América no se inició en sus aguas. Una vez que se descubrió que el viaje de retorno dependía de la Corriente del Golfo, los predadores, que aún no se atrevían a atravesar el Atlántico, se agazapaban entre las islas Azores y Sanlúcar en la desembocadura del Guadalquivir.

Los primeros piratas fueron los franceses entre 1521 y 1559. Su método consistía en asaltar poblaciones indefensas y rara vez acaudaladas porque los vecinos (si no eran sorprendidos) se asilaban con sus haberes de valor en los montes del interior, donde los piratas no se atrevían a seguirlos, y luego negociaban un rescate por no incendiar la población. Todos los puertos de Indias sufrieron vejaciones, y algunos, como La Habana, varias veces. En el siglo XVI los medios de defensa eran precarios, no existían fuertes.

El primer encontronazo con los piratas se produjo con el francés Juan Florín en 1521, que con ocho barcos, atacó con éxito en las Azores una flota mercante española que retornaba a España con un gran cargamento de metales preciosos. Se estima en 200 el número de embarcaciones apresadas por los franceses y sus compinches entre 1521 y 1559, número modesto, sin embargo, si se considera que más de 4.000 navíos cruzaron el Atlántico durante ese mismo período. En América, los piratas derivaron en el siglo XVII hacia los bucaneros, desalmados con bases en el Caribe, desde donde armaban expediciones de pillaje y saqueo en todos los mares del Nuevo Mundo. Los bucaneros a su vez se transformaban parcialmente en filibusteros, tan piratas como todos los anteriores, pero al servicio de las potencias enemigas de los españoles, sin que por ello fueran reconocidos o dependieran de ellas.

Los habituales enemigos fueron ingleses, holandeses y franceses por este orden. La amenaza de las potencias coloniales rivales aumentó cuando estas pudieron establecer bases en el Caribe. Inglaterra ocupó San Cristóbal y Nieves en 1624, Francia La isla de Tortuga e 1630 y Holanda Curazao en 1634. Las reglas de juego eran las de los piratas, hubiera guerra declarada o no. Muchos buques de guerra de esas banderas se comportaron como piratas. Se llevaron la palma los ingleses por sus asaltos a poblaciones indefensas y buscando el robo a costa de muchas muertes de civiles inocentes. Especialmente grave eran los hundimientos de naves cargadas con cientos de personas.

La protección del convoy de mercantes, muchos de ellos artillados, estaba encomendada a barcos de guerra, Galeones de cuarenta o más cañones, comandados por una nave capitana y una almiranta: la Armada de la Guardia de la Carrera de Indias, se encargaba además de transportar la remesa de plata. La partida de dos flotas en distintas épocas (mayo y agosto) buscaban controlar la piratería. El sistema resultó eficacísimo. Los piratas esperaban meses para toparse un convoy que ahora no se atrevían a atacar. Sus capturas se limitaban a los rezagados. Aún después de que perdieran su vigor inicial, los galeones no dejaron de ser un enemigo formidable, cuya neutralización requería fuerzas poderosas y una batalla naval, con pérdidas superiores a las que los piratas estaban dispuestos a incurrir. Ningún convoy, ni ningún despacho de plata, se pierde a causa de un enemigo a flote, hasta la perdida de la flota en la bahía de Matanzas (Cuba), por parte del holandés Pyet Hein en 1628. Y esta tragedia resultó ser excepcional.

0344
1721 combate entre el Catalán y el inglés Mary

La flota que dirigió Blas de Lezo en 1737 de ocho galeones y dos registros, escoltados por los navíos Conquistador y Fuerte, fue el último convoy a Tierra Firme. En Nueva España las flotas continuaron hasta 1776, pero entre 1720 y 1776 sólo surcaron el Atlántico un total de doce flotas, lo que supone un promedio aproximado de un convoy cada cinco años, alejándose considerablemente de los envíos anuales previstos.

Los principales combates navales en aguas americanas fueron los siguientes:

SIGLO XVI

– Batalla de San Juan de Ulúa el 23 de septiembre de 1568. A los piratas ingleses, como Francis Drake o John Hawkins, siempre se les ha presentado en Inglaterra como héroes nacionales y un auténtico calvario para las arcas de la corona española. Pero estudios más detallados sobre esta piratería indican que la potencia de la flota española era abrumadora sobre todas las demás. Un ejemplo está en la derrota que sufrieron aquellos dos piratas a manos de la flota de escolta de Nueva España, en la que los ingleses solo pudieron salvar dos barcos. Estando España e Inglaterra en tregua acordada por Felipe II de España e Isabel I de Inglaterra, en los años 1567 y 1568, una flotilla inglesa compuesta por siete buques armados, violaba sistemáticamente la tregua; se dedicaba al asalto de pequeños puertos y buques mercantes españoles. En San Juan de Ulúa los piratas Hawkins y Drake fueron derrotados por la flota de escolta de Nueva España compuesta por 2 galeones y otros dos buques menores y huyeron abandonando a sus hombres. El resultado de la batalla fue de tres barcos ingleses capturados, dos hundidos y dos averiados. Quinientos ingleses muertos y más de cien prisioneros.

– Batallas de San Juan, Panamá y de la isla de Pinos en 1595-96. 400px-Expedición_de_Drake_y_Hawkins_1595-1596Con el objetivo de tomar Panamá y establecer allí una colonia permanente, una expedición inglesa de 28 buques (6 galeones reales y 22 Pinazas) y numerosas barcazas junto con 1500 marinos y 3.000 soldados al mando Drake y Hawkins atacan al Caribe español.  Los ingleses fueron derrotados, perdieron 3.000 hombres y de los 28 buques de la flota volvieron 8 a Inglaterra. Drake y Hawkins murieron en esta expedición. Las Armadas españolas que participaron fueron la flotilla de cinco Fragatas de Téllez de Guzmán en San Juan de Puerto Rico y tres Galeones en Pinos al mando de Juan Gutiérrez de Garibay. La defensa de costa y milicias de San Juan y Panamá completaron la victoria. Los españoles tuvieron 200 bajas y 2 buques incendiados.

SIGLO XVII

-Batalla de la Bahía de todos los Santos (Brasil) en 1625. Una armada hispano lusa de 52 buques al mando de D. Fadrique de Toledo, recupera Salvador de Bahía de los holandeses, que un año antes lo había tomado con una escuadra de 35 navíos. Los holandeses perdieron mas de 10 navíos y fueron hechos prisioneros mas de 2000. Otra escuadra holandesa de rescate de 33 navíos fue puesta a la fuga cuando llegó a Bahía.

-Batalla de los Abrojos 1631 en Brasil en la costa de Pernambuco. Se enfrentaron dos flotas de 16 navíos de guerra cada una. La holandesa de mayor tonelaje y artillería contra una flota hispano lusa de menor porte. Los holandeses perdieron 3 buques y 2000 hombres y la escuadra ibérica al mando de Antonio Oquendo, 2 buques y 500 hombres. La victoria estratégica fue para los españoles y portugueses.

SIGLO XVIII

-Batalla de Barú en 1708 frente a las costas de Cartagena de Indias. Fue en realidad un ataque mas a una flota, en este caso pequeña. Una escuadra de 4 navíos ingleses de línea ataca a un convoy hispano francés de 7 navíos cargado con mercancías. Hunde el Galeón San José al estallar la santa Bárbara, con 600 personas a bordo. Este fué uno de los combates navales decisivos en el plano táctico y en la construcción de barcos, demostrando que los galeones eran anticuados ante los navíos de línea construidos por los británicos. El galeón en el siglo XVIII comenzó a ser reemplazado por buques más eficientes y especializados, sin 0433embargo los galeones siguieron siendo la columna vertebral de las flotas españolas durante varias décadas debido a la restricción por parte del Imperio español en cuanto a la adquisición de nuevas ideas en la construcción naval. En todo caso los ingleses no lograron su objetivo que era hacerse con la valiosa mercancía que transportaba esta flota, porque se hundió con el Galeón.

Batalla de Cartagena de Indias en 1741. Una flota de 186 navíos ingleses al mando del Almirante Vernon y 27.000 hombres ataca Cartagena de Indias con el objetivo de romper por el eje el Imperio español en América. La plaza defendida por el Almirante Blas de Lezo con 6 buques de guerra y 3.000 hombres infligió una dura derrota a los ingleses que perdieron mas de 10.000 hombres y la mitad de su flota fue seriamente dañada. La derrota inglesa fué estrepitosa pero se corrió un manto de silencio en la Historia, hasta nuestros días.

-Batalla de La Havana en 12 de octubre de 1748. End_of_Knowles'_action_off_Havana,_1_October_1748Único e importante combate naval de escuadras en América, sin mercantes de por medio, entre británicos y españoles. Se enfrentaron 2 escuadras de 7 navíos cada una (de entre 80 y 60 cañones) con el resultado de 1 buque español capturado por los ingleses y otro dañado. Hay que decir que uno de los buques españoles ya iba con una vía de agua y otro era una fragata de 30 cañones. El resultado fue de una victoria táctica de Inglaterra aunque no consiguieron el objetivo de interceptar a la Flota de regreso a España.

En resumen, durante tres siglos la Armada española en América se batió el cobre con las potencias rivales de Europa. En el XVI su hegemonía fue incontestable, logrando su objetivo principal que era ayudar a mantener su integridad territorial y abiertas las vías marítimas con Europa y Asia, a pesar de los intentos por socavarla. En el XVII, a partir del segundo tercio, su hegemonía fue compartida con ingleses y holandeses, ya con pérdidas territoriales y en el último tercio de siglo se incorpora Francia en la lucha por el liderazgo. En el siglo XVIII, la Armada inglesa se convirtió en la mas poderosa, aunque España consiguió mantener intacto su territorio en América.

© Copyright 2015 laamericaespanyola.wordpress.com

Fuentes consultadas:


7 respuestas a “La Armada en la América española

  1. Es rotundamente falso que la Armada Española tuviese participación en el 1er viaje de circunnavegación al globo terráqueo.La Arama Española no nace hasta después de 1714. Ni Magallanes, ni Elcano, ni C. Colón, ni Juan de La Cosa, ni Américo Vespucci, fueron marinos de guerra.

    Me gusta

    1. La flota de las Molucas de Magallanes era realmente una Armada ya que sus barcos portaban artillería con hasta mas de 60 cañones entre todos, y su equipamiento y financiación fue a cargo de la Corona española. Por supuesto que hay que considerar como pertenecientes a la Armada española las siguientes de los siglos XVI y XVII: La Armada Real de la Guardia de la Carrera de las Indias, la Armada de la Mar del Sur, la Armada de Barlovento, la Escuadra de Galeras y la famosa «Armada invencible». En 1714 se reorganizó la marina de guerra española, pero su historia nace cuando se unifican o colaboran juntas en la defensa de los intereses de España las Armadas y los navíos de Castilla y Aragón.
      Un cordial saludo

      Me gusta

Deja un comentario