Imperio contra Imperio, al poner en igualdad de condiciones a los Imperio mexica y español en la lucha por la supremacía en el territorio norteamericano.
El pueblo mexica fue el último de los grupos náhuatlacos que llegaron a la cuenca de México. Constituían una tribu nómada que, en el siglo XIII, viniendo del norte, bajaron al fértil valle de México en busca de buenas tierras. Se asentaron en Chapultepec y finalmente en Tenochtitlan hacia 1345. Estuvieron sometidos a los tepanecos, a los que derrotaron en 1428.
La ciudad se hallaba a mas de 2.200 metros de altitud en una isla cerca de la 
orilla del gran lago de Texcoco, en un amplio valle rodeado de montañas y volcanes cubiertos de nieve. Distaba 200 Km de la costa atlántica y 300 Km de la del Pacífico.
Tenochtitlán se transformó en la principal ciudad de la zona y formando alianza con las ciudades de Texcoco y Tacuba (Tlacopan) logró desarrollar un gran poderío militar. Con Moctezuma II (1502-1520), los mexicas se habían transformado en uno de los principales imperios que dominaba un vasto territorio y millones de súbditos.
El Imperio Mexica o Azteca, estaba integrado por los dominios de la Triple Alianza (Ēxcān Tlahtolōyān, los tres lugares donde se dan órdenes). En la realidad, la mayor parte de los territorios coaligados pertenecían a los mexicas.
Desde 1430, los territorios del Imperio se fueron ampliando hasta llegar a 
ocupar el centro de México, las costas del Océano Pacífico y del golfo de México. Expandieron su control por las Ciudades-Estado ubicadas en los actuales estados de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, la costa de Chiapas, Hidalgo, y parte de Guatemala.
Estas Ciudades-Estado o pequeños reinos, llamados en náhuatl, Altepetl, eran numerosos, en torno a 1.500. Los mexicas y sus aliados habían absorbido o tenían control absoluto sobre algunas decenas e imponían tributos y otras obligaciones sobre otros 700 que conservaban su autonomía. Otros eran independientes como Michoacán, Zapotecas, Tabasco, Chiapas o Guatemala.
Los mexicas impusieron con astucia su jerarquía sobre sus aliados. Adquirieron riqueza y poder a partir de la imposición de un estricto sistema de tributación, de tal manera que a la llegada de los españoles en los inicios del siglo XVI, su capital era considerada la urbe más importante y 
magnificente de su época. La lengua dominante entre los aliados era el náhuatl, que se convirtió en la lengua franca de gran parte de Mesoamérica.
El náhuatl era un idioma oral; lengua suave y maleable, majestuosa y de gran calidad, extensa y fácil de aprender.
Estaban bien organizados y se parecían mucho a un Estado. Sus casas eran superiores a las españolas, accedían a una enseñanza universal, la numeración era vigesimal, incluido el cero (los españoles todavía usaban la numeración romana).
El ejército podía poner en pie de guerra a 200.000 hombres de varias ciudades. Se organizaban en legiones de 8.000 hombres, divididos a su vez en compañías de 100 hombres.
El fin del Imperio Mexica ocurrió el 13 de agosto de 1521, cuando los españoles en alianza con los tlaxcaltecas y totonacas, entre otros pueblos 
indígenas, derrotaron la resistencia mexica en Tenochtitlán. El fin de este régimen de dominio de los mexicas y sus aliados sobre otros pueblos se suele tomar como punto final del desarrollo independiente de la civilización indígena mesoamericana. En dicho suceso participaron no sólo los expedicionarios europeos, sino, decisivamente, sus aliados indígenas provenientes de numerosas naciones tributarias de la Triple Alianza que vieron en los recién llegados una oportunidad de poner fin al dominio tenochca.
Cuando Colón desembarcó en América en 1492 el emperador mexica era Ahuitzotl (1486-1502). Se le considera un conquistador por excelencia que además iba al frente de sus tropas. También era un fuerte líder religioso, un buen diplomático y hasta un reputado economista, ya que además de ampliar su imperio por la fuerza, supo convencer y comerciar con los pueblos vencidos, abriendo las puertas del imperio a pueblos más alejados. Fue capaz de sacrificar a 20.000 prisioneros durante 4 días para celebrar la finalización del templo mas importante de Tenochtitlán.
El primer contacto con los españoles no se produciría hasta 1518 en Cuetlaxtlan (expedición de Grijalva), aunque ya habían oído rumores en 1502 y en 1512.
La Monarquía Hispánica ya se consideraba Imperio desde el nombramiento en 1520 del Emperador Carlos V.
El 18 de febrero de 1519, una flota dirigida por Hernán Cortés partió de las costas de Cuba con destino México. Consistía aquella armada en 11 naves, con 518 infantes, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros, 110 marineros y unos 200 indios y negros como auxiliares de tropa. Llevaban 32 caballos, 10 cañones de bronce y 4 falconetes. Como capitanes iban Alonso Hernández Portocarrero (al que entregaría más tarde la india doña Marina), Alonso Dávila, Diego de Ordás, Francisco de Montejo, Francisco de Morla, Francisco de Saucedo, Juan de Escalante, Juan Velázquez de León (pariente del gobernador), Cristóbal de Olid, Gonzalo de Sandoval y Pedro de Alvarado. Muchos de estos eran veteranos de la guerra de Italia. Por piloto principal iba Antón de Alaminos con experiencia en las dos expediciones anteriores de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva.
A finales de Abril después de costear y contactar con los mayas en Cozumel, Puerto Deseado y la Isla de los Sacrificios, llegan a San Juan de Ulúa y Veracruz donde fundan esta ciudad. Era territorio de la Ciudad-Estado de Zempoala (totonacas), con el que establecen una alianza.
El 8 de Agosto de 1519 salen de Veracruz en dirección a Tenochtitlan, para recorrer 400 km en ascenso hasta 2.200 metros sobre el nivel del mar. Son 300 españoles, 150 indios cubanos y 800 totonacas. Pasan por Jalapa, Coatepec, Xicochimalco, Ixguacan, Altatonga, Xalacingo, Tezuitlan, Tlatlauquitpec, Zautla (24 agosto), Mexicaltzinger, Huizilpochoc, Iztaquimaxtitlan, Atotonilco, Tzompachtepetil, Tecoac, Tzompantzinco, Tizatlan, Tlaxcala (18 de septiembre), Cholula, Calpan (2 de noviembre), Amecameca, MixquicAyotzingo, Iztapalapa, Mexicaltzingo y Huitzilopococ. Entran en la capital México-Tecnochtitlan el 8 de noviembre de 1519.
Casi 2 años necesitaron los españoles para derrotar al Imperio Mexica. Durante este tiempo, utilizando la diplomacia en unos casos y la guerra en otros (cuando no fue posible la primera), se establecieron alianzas y se libraron batallas consiguiendo finalmente hacerse con el control del Imperio. En este periodo Moctezuma murió el 30 de junio de 1520, sucediéndole primero Cuitláhuac y luego Cuauhtemoc.
El 13 agosto de 1521, cayó finalmente México-Tenochtitlan. La ciudad conquistada fue restituida en poco tiempo a su posición de ciudad conquistadora. Los españoles la conquistaron no solo por haberla vencido y destruido, sino porque acto seguido la hicieron suya. Rediseñándola y reedificándola (obra que duró 20 años) la hicieron la capital de una construcción política inspirada en el precedente del imperio mexica y que fue denominado Reino de Nueva España. A él habían de incorporarse, como los componentes de un mosaico multicolor, todos los reinos aliados o sometidos por Cortés, México incluido. A mediados del siglo XVI estos pequeños reinos, llamados ya «pueblos de indios», eran alrededor de 2.000.
La conquista absorbió en gran medida el pasado de Mesoamérica. Casi todos los pequeños reinos subsistieron como cuerpos políticos y unidades corporativas durante la época hispánica, y un elevado porcentaje de los reyes (Tlahtoque) y los nobles, permanecieron en sus posiciones de privilegio, recibiendo gran parte de los tributos y servicios que le correspondían durante todo el siglo XVI y aún después. La posición relativa de la gente ordinaria dentro de estos territorios tampoco se alteró; no al menos durante mucho tiempo.
En conclusión, fue el choque de dos imperios. Ambos imaginativos e ingeniosos. Diferentes pero con mucho en común: Tenían creencias que pensaban explicaban la vida humana. Muchas cosas las consideraban sagradas, habían conquistado a otros pueblos, eran aficionados al ceremonial, ambos eran crueles pero cultos y soñaban con conquistar «el mundo».
La controversia en su época, sobre la ética de la conquista y expansión imperial de España no se dio en otros imperios europeos (Romanos, Ingleses, Franceses). Ni Cortés ni Colón ni ningún otro conquistador llegaron a un mundo de inocentes, estático, eterno, pacífico.
Los mexicas eran los sucesores de varios pueblos guerreros que habían dominado el valle de México. Su propio Imperio se formó gracias a las conquistas militares. Los españoles, en su oposición al México que hallaron, recibieron una gran ayuda de sus aliados indios, que odiaban a los mexicas.
La fe de los españoles en sus cualidades, en la sabiduría política de su misión imperial y en la superioridad espiritual de su religión no tenía límites.
Eran desde luego, conquistadores, como lo fueron en su día los vikingos, griegos, macedonios, persas, romanos, godos, árabes, ingleses, franceses, alemanes y rusos. Al igual que ellos llevaban consigo sus ideas.
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Fuentes consultadas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_azteca
La América española 
3 respuestas a “Imperio contra Imperio”