La voluntad humana

No me cabe duda, a medida que me adentro en los acontecimientos históricos de la América española, que estamos ante algo fuera de lo común, algo extraordinario.

Unas frases de Américo Castro al respecto, ya orientan de qué se trata:

”Para llevar a cabo la conquista de tantos países, cruzar tantos mares, tantos ríos, valles, bosques y montañas; para seguir el curso del Amazonas, desde su nacimiento en Perú, hasta el Atlántico, como hizo el asombroso Orellana; para desafiar a Moctezuma y a Atahualpa en su propia tierra, como hicieron Cortés y Pizarro; para sobrevivir a las marchas a lo largo del cauce del maravilloso río Magdalena, era preciso atesorar una gran idea, además de la voluntad humana (la voluntad humana mitiga el cálculo); se precisaba algo que centrase la mente, al igual que también era precisa alguna idea para sostener a los españoles durante los 700 años que duró su lucha contra el islam.”

También la referencia a España y los españoles de Sir Walter Raleigh, en su History of the World, dan valor a los hechos, al venir de uno de los grandes rivales de España, al servicio de Isabel I de Inglaterra:

«No puedo por menos que ensalzar la paciente virtud de los españoles. Pocas naciones, o acaso ninguna, han soportado tantas desdichas y padecimientos como los españoles durante su descubrimiento de las Indias. Y sin embargo, persistiendo en sus empresas, con indomable constancia, han anexionado a su reino tantas extraordinarias provincias como para enterrar el recuerdo de los peligros afrontados. Tempestades y naufragios, hambre, derrocamientos, motines, el frío y el calor, la peste y todo tipo de enfermedades, antiguas y nuevas, junto a una extrema pobreza y carencia de lo mas necesario, han sido los enemigos que han tenido que afrontar, en un momento u otro, todos y cada uno de sus mas nobles descubrimientos».

Para ver más:

Sir Walter Raleigh, collected Works, vol. VI, The History of the world, Oxford 1829,114

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